Los chefs pueden cocinar los corazones de corderos cortándolos, enjuagándolos y luego asándolos, asándolos o estofándolos. Los corazones de corderos también son una buena adición a los platos, como relleno y brochetas. >
Los corazones de cordero son menos comunes en la cocina occidental moderna que en el pasado, pero se encuentran en muchos platos tradicionales británicos y marroquíes. Los corazones de cordero son baratos y tienden a ser más tiernos que los corazones de cerdo o pollo, por lo que son un ingrediente atractivo para los platos tradicionales.
Antes de cocinar, los cocineros deben preparar los corazones adecuadamente. Esto implica eliminar las partes menos agradables de los corazones y hacerlos más sabrosos. Los corazones se pueden preparar siguiendo los siguientes pasos:
- Recorte la grasa de los corazones con un cuchillo de cocina muy afilado o unas tijeras de cocina.
- Cortar arterias, venas, tubos y cualquier otra cosa que parezca difícil o poco apetecible.
- Enjuague los interiores y exteriores de los corazones debajo del grifo con agua fría.
Los corazones de cordero deben cocinarse rápidamente a fuego muy alto o lentamente con mucho líquido o relleno. Esto evita que se sequen y se vuelvan resistentes.
Para cocinar los corazones de corderos solos, los cocineros deben marinarlos en vino tinto, aceite de oliva u otro líquido. Luego pueden asarlos o cocerlos en el horno.
El relleno también ayuda a mantener húmedos los corazones de los corderos. Los cocineros pueden picarlos y mezclarlos con migas de pan y otros ingredientes de relleno para crear rellenos tradicionales o empanadas. También pueden rellenar los corazones y asarlos en el horno.