Comer papas crudas no causa gusanos, aunque no es una práctica particularmente buena para los humanos. Las papas crudas tienen una alta concentración de alcaloides, que se descomponen durante el proceso de cocción. La exposición a altos niveles de alcaloides puede tener efectos adversos como diarrea, vómitos, dolores de cabeza y alucinaciones.
Comer papas crudas también expone al cuerpo humano a bacterias potencialmente dañinas que son eliminadas por el calor durante el proceso de cocción. Debido a que las papas crecen en el suelo, pueden estar contaminadas con listeria, E coli o salmonela del suelo o agua y deben cocinarse para evitar enfermedades. Las papas crudas también son mucho más difíciles de digerir para el cuerpo y pueden causar un estrés excesivo en el hígado.