Las almendras pueden dañarse si no se almacenan adecuadamente. Aunque la almendra es técnicamente una semilla, se usa como una nuez y tiene un alto contenido de grasa. Este contenido de grasa es lo que hace que la almendra se vuelva rancia rápidamente.
Las almendras sin cáscara tienen la vida útil más larga. Las conchas deben estar intactas, libres de moho y tener un olor a nuez limpio. Idealmente, las mejores almendras para comprar vienen en recipientes herméticos en los que no están expuestos al calor ni a la humedad.
Una vez en casa, las almendras deben almacenarse en un lugar fresco y seco. Es mejor guardarlos en el refrigerador a largo plazo y mejor aún guardarlos en el congelador.