Los huevos flotan en el agua salada porque el agua salada tiene una densidad mayor que la del agua dulce. La densidad se define como la cantidad de materia, en este caso sal, en una cantidad determinada o en un medio. Cuanto más materia, más densa es.
El experimento del huevo de agua salada es una de las maneras más fáciles de demostrar cómo funciona la densidad. Los componentes de este experimento son dos huevos crudos, sal de mesa, dos recipientes lo suficientemente profundos para un huevo y agua del grifo.
Primero, cada recipiente debe llenarse casi hasta arriba con agua del grifo. Agregue 6 cucharadas de sal en un recipiente hasta que esté completamente disuelto, y luego coloque un huevo en cada recipiente. El huevo en el agua salada se hundirá, mientras que el que está en el recipiente con solo agua del grifo flotará.
En este experimento, el huevo se hunde en agua corriente porque el huevo es más denso que el agua. Aleja las partículas de agua y se hunde en el fondo del recipiente. En el otro recipiente, los iones de sal y los iones de agua se han unido, lo que hace que el agua sea más densa que el huevo. Estas nuevas partículas esencialmente mantienen el huevo en el agua, haciendo que flote.