Cooking Light recomienda asar un pollo entero a 350 grados Fahrenheit durante 45 minutos y subir el horno a 450 Fahrenheit durante los últimos minutos. El aumento de la temperatura le da al pollo la oportunidad de dorarse y terminar de cocinar a fondo.
Para una cocción adecuada, el pollo debe registrar 165 grados Fahrenheit en un termómetro de carne tipo sonda insertado en su muslo. Cooking Light también recomienda atar las patas de pollo juntas con cordeles de cocina y meter las alas debajo del ave mientras se asa. Permitir que el pollo descanse por 10 minutos después de salir del horno realza el sabor de la carne al permitir que sus jugos naturales se redistribuyan.