Para congelar hojas de menta frescas, congélelas en una sola capa en una sartén y luego transfiéralas a un recipiente hermético o cree una pasta con aceite y congélelas en bandejas de cubitos de hielo. Las hojas no necesitan ser descongeladas antes de su uso.
Antes de congelar hojas de menta u otras hierbas, lave bien y seque las hojas para evitar la cristalización durante la congelación. Cuando utilice el método de bandeja, coloque las hojas en la bandeja en una sola capa y colóquelas en el congelador. Una vez que las hojas estén congeladas, colóquelas en un recipiente hermético, expulsando todo el aire antes de sellar.
Las bolsas para congelar son un método posible, ya que son más gruesas que las bolsas de plástico normales. Considere usar una bolsa de sellado al vacío para eliminar todo el aire antes de sellar.
Los recipientes de plástico que son seguros para el congelador son otro método posible. Estos contenedores tienen una etiqueta en la parte inferior que indica que son seguros para usar en el congelador.
Los frascos de vidrio para conservas son otro método de almacenamiento en congelador.
Como método alternativo, use una licuadora para mezclar 1/3 taza de aceite con 2 tazas de hierbas. Luego, congele la pasta en bandejas de cubitos de hielo o en un recipiente hermético.
Asegúrese de etiquetar el contenedor de almacenamiento con la fecha de congelación y el tipo de hierba.