Espese la salsa de tomate sin usar pasta de tomate cocinando la salsa sin tapar, a fuego lento durante varias horas. Este método se llama reductor y produce una salsa espesa, más sabrosa. Comience con el doble de la cantidad de salsa con la que desea terminar.
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Vierta la salsa existente en una cacerola grande
Coloque la salsa delgada en una cacerola grande. Agregue 1 cucharada de aceite de oliva para ayudar a reducir el hervor.
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Coloque la sartén en la estufa y caliente a ebullición
Cocine la salsa a fuego medio alto, hasta que hierva.
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Reduzca el calor a un valor bajo
Baje el calor al valor más bajo para que continúe burbujeando lentamente. Asegúrese de que la salsa esté hirviendo lentamente. Esto ayuda a que el líquido se vaporice. Mantenga la cacerola al descubierto, permitiendo que el vapor se escape.
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Cocine y revuelva durante varias horas
Continúe cocinando la salsa a fuego lento durante varias horas, revolviendo ocasionalmente para evitar que se pegue. El líquido en la salsa se evapora lentamente dejando más materia sólida. Esto crea una salsa más espesa y sabrosa.