El uso de una temperatura más baja en la cocción con halógeno se considera seguro. Cocinar a altas temperaturas, por encima de los 100 grados centígrados, puede resultar en la producción de sustancias como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), la acrilamida aminas heterocíclicas (HCA), que son carcinógenos potenciales.
Los hornos halógenos usan radiación infrarroja que permite una cocción más rápida de los alimentos. Menor tiempo de cocción contribuye a la reducción de posibles carcinógenos. Además, cocinar carne en hornos halógenos no expone la comida al humo ni a las llamas directas, lo que la convierte en una opción más segura para cocinar carne a la brasa en comparación con la parrilla de carbón. Al asegurarse de que la comida no se sobrecaliente, la cocción con halógeno sigue siendo segura.