El queso rallado contiene un aditivo hecho de pulpa de madera en polvo llamada celulosa. La celulosa es similar al aserrín porque ambos están hechos de madera, pero la celulosa se crea en un laboratorio mediante la separación química de la celulosa de la madera u otro material vegetal.
La celulosa evita que el queso rallado se acumule. También se usa como espesante o estabilizador en muchos alimentos bajos en grasa o como aditivo de fibra porque es económico y sin sabor. Incluso los alimentos orgánicos pueden contener la forma menos procesada de celulosa. Los nutricionistas dicen que la celulosa no es perjudicial para la salud humana y que pasa a través del cuerpo sin digerir, según el Wall Street Journal.