Los mangos son una fruta versátil que se puede usar en una amplia variedad de recetas o se puede comer como un bocadillo saludable. Están llenos de antioxidantes y son ricos en vitaminas C, A y B6. También se ha comprobado que los mangos reducen el colesterol, estimulan el sistema inmunológico y mejoran la salud ocular. Siga estos consejos para seleccionar, preparar y disfrutar los mangos de manera adecuada.
Seleccionando un mango
Antes de preparar un mango, primero asegúrese de que esté maduro. Los mangos maduros son típicamente pesados para su tamaño y ligeramente fragantes. Cuando se presiona ligeramente con un pulgar o una cuchara, un mango maduro quedará ligeramente sangrado. Evite los mangos que se sienten demasiado suaves al tacto o que tengan manchas marrones, ya que estos son signos de que el mango está demasiado maduro. Los mangos que aún no están maduros madurarán si se dejan en el mostrador o se guardan en una bolsa de papel por unos días.
Encontrando el hoyo
Los mangos tienen un pozo plano y ancho, a veces llamado piedra, en su centro. Para separar la piedra del resto de la fruta, sostenga el mango de lado y haga un corte de ¼ a ½ pulgada al lado del tallo. A continuación, repita este proceso, dejando la misma distancia en el otro lado del vástago. Esto separa el hoyo de dos piezas carnosas de mango, a menudo llamadas mejillas.
Puntuando las mejillas
Para quitar la carne de la cáscara del mango, saque la carne con una cuchara o corte las dos mejillas en cubos. Para marcarlos, haga varios cortes paralelos en las mejillas del mango, sin perforar la piel. A continuación, gire el mango 90 grados y realice cortes perpendiculares, creando un patrón de cuadrícula de cortes. Las piezas de mango deben refrigerarse y comerse en unos pocos días.
Preparando mangos
Los mangos se pueden comer solos como bocadillo, se pueden agregar a ensaladas, batidos y salsas, o se pueden usar para cubrir tortitas, helados, yogur o pasteles. Se usan a menudo en platos tailandeses y se agregan a los tacos. El puré de mango también se puede rociar sobre platos de pollo o mariscos. Los mangos pueden cocinarse o comerse crudos, y también almacenarse bien en el congelador.