Congele malvaviscos separándolos en pequeñas porciones y guardándolos en un paquete hermético. La congelación conserva los malvaviscos y evita que se vuelvan obsoletos.
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Separar malvaviscos
Separar los malvaviscos en porciones individuales. Espolvoree cada porción con un poco de azúcar de repostería para evitar que los malvaviscos se peguen entre sí.
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Envolver malvaviscos
Coloque cada porción dentro de una bolsa de plástico o recipiente de plástico con una tapa ajustada. La separación de los malvaviscos de esta manera garantiza que solo se descongela la cantidad necesaria al mismo tiempo.
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Etiquete y congele
Etiquete cada bolsa de malvaviscos con una fecha de caducidad, tres meses después de la fecha de congelación. Coloque los malvaviscos en el congelador, manteniéndolos alejados de elementos como la carne que puede echarle sabor.