La leche debe mantenerse refrigerada siempre que sea posible y debe desecharse si pasa más de dos horas a temperaturas superiores a 40 grados Fahrenheit. Si un refrigerador pierde energía, puede mantener la seguridad de la leche y otros Alimentos de hasta cuatro horas, siempre que permanezcan cerrados.
Cada vez que la leche pasa a temperatura ambiente aumenta la posibilidad de crecimiento bacteriano y puede acelerar el proceso de deterioro. Al comprar, es una buena idea seleccionar los productos lácteos hacia el final de la visita para minimizar el tiempo que la leche pasa en la zona de temperatura peligrosa.