Una botella abierta de vodka puede conservarse durante décadas, ya que no se estropea. El vodka se debilita con el tiempo. Después de algunas décadas, la prueba puede caer por debajo del 25 por ciento, lo que aumenta la posibilidad de que se desarrollen bacterias y levaduras en la botella.
El vodka pierde su sabor muy lentamente, por lo que puede tener un mal sabor después de una década. Vodka siempre debe sellarse herméticamente con la tapa original. Debe almacenarse en un lugar oscuro y no expuesto a cambios extremos de temperatura. Si el vodka desarrolla un mal olor, un sabor extraño o un aspecto cambiado, debe desecharse.