Si se almacena correctamente, la miel se mantendrá indefinidamente. Tiene una vida útil muy larga si se mantiene bien sellada en un lugar seco y fresco. Sin embargo, con el tiempo, la miel puede perder su color o consistencia dorada, pero la miel sigue siendo segura para consumir.
Para solucionar problemas de consistencia como la cristalización de la miel, coloque el recipiente de la miel en agua tibia hasta que los cristales se disuelvan por completo. Almacenar la miel puede hacer que su color se oscurezca, y también puede perder algo de su sabor. Sin embargo, mantener la miel en un recipiente sellado puede ayudar a preservarla mejor.
La miel tiene una vida útil tan larga que los arqueólogos han descubierto ollas de miel vírgenes que tienen miles de años de antigüedad en tumbas egipcias. Una razón por la que la miel dura tanto es debido a su composición química. La miel contiene azúcar, peróxido de hidrógeno y carece de agua. Su acidez es otro factor que no se estropea, ya que es más difícil para las bacterias crecer en un ambiente ácido.