La existencia del azufre se remonta a la antigüedad y se menciona en la Biblia como "azufre". En 1789, un químico francés llamado Antoine-Laurent Lavoisier lo reconoció y lo agregó a su famosa lista de elementos. En 1823, un químico alemán llamado Eilhard Mitscherlich descubrió la alotrofia del azufre.
El azufre es un elemento calcógeno y no metálico que es de color amarillo. Es una sustancia sólida que tiene un punto de fusión de 239.36 grados Fahrenheit y un punto de ebullición de 832.46 grados Fahrenheit. La quema de azufre crea dióxido de azufre, que es un gas venenoso que se usó para fumigar edificios contaminados con enfermedades infecciosas. El nombre de azufre se deriva probablemente de la palabra "sufra", que significa "amarillo" en árabe.