El romero fresco tiene una duración de 10 a 14 días cuando se almacena correctamente. Para guardar el romero fresco, envuélvalo suavemente en toallas de papel húmedas y colóquelo en una bolsa de plástico. Guarde el romero en la puerta del refrigerador hasta que se necesite.
El romero no debe lavarse antes de guardarlo para evitar la acumulación excesiva de humedad, lo que puede causar que se moldee prematuramente. Además, el romero se debe envolver sin apretar para que el aire pueda circular a su alrededor. Alternativamente, el romero puede secarse colgando las ramitas en un lugar cálido y seco hasta que estén completamente secos, y luego se almacena en un recipiente hermético. El romero seco se puede almacenar en el congelador durante 4 a 6 meses.