El ginseng actúa como un estimulante para algunas personas, causando nerviosismo e insomnio. El uso prolongado o altas dosis pueden causar malestar estomacal, dolores de cabeza, mareos u otros síntomas. La sensibilidad mamaria y los cambios menstruales pueden ocurrir en mujeres que usan ginseng durante un período prolongado. También ha habido algunos informes de reacciones alérgicas al ginseng.
Se debe consultar a un médico antes de tomar ginseng con otros medicamentos. Por ejemplo, el ginseng puede afectar los niveles de azúcar en la sangre, y por lo tanto podría afectar los medicamentos que toman los diabéticos. También puede interactuar con warfarina y con algunos medicamentos para la depresión.
Para evitar los posibles efectos secundarios, algunos expertos sugieren que el ginseng no se debe usar durante más de tres meses, o en ocasiones solo unas pocas semanas a la vez. Un médico puede recomendar tomar descansos periódicos de una semana o más de uso de ginseng. Dado que el efecto estimulante del ginseng puede ser amplificado por la cafeína, deben evitarse el café y bebidas similares. El ginseng no se recomienda para niños ni para mujeres embarazadas o que estén amamantando.
El ginseng es una de las hierbas medicinales más populares del mundo. Los beneficios potenciales incluyen mejoras al sistema inmunológico, disminución del azúcar en la sangre y mejor concentración. Sin embargo, no se han establecido dosis estándar de ginseng para ninguna afección.
El ginseng americano es posiblemente efectivo en el tratamiento de la diabetes y las infecciones respiratorias, pero no hay pruebas suficientes para calificarlo para otras afecciones médicas, según MedlinePlus. El ginseng asiático es posiblemente efectivo para tratar la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la presión arterial alta y las condiciones sexuales, incluida la disfunción eréctil.
El ginseng asiático o Panax no debe confundirse con el ginseng americano, dice WebMD. El sitio enumera diferentes usos para los dos tipos de ginseng, algunos de los cuales se superponen, especialmente en el área de la antiinflamación y el fortalecimiento del sistema inmunológico. El ginseng asiático se considera más estimulante, mientras que el ginseng americano se usa como ayuda para la relajación.
No se ha encontrado evidencia concluyente de la eficacia de los dos tipos principales de ginseng en la lucha contra el cáncer, la enfermedad cardíaca, la presión arterial alta, la disfunción eréctil y la hepatitis C, pero los investigadores han encontrado alguna promesa en la raíz, según WebMD. Algunos estudios muestran que el ginseng ayuda modestamente con el aprendizaje y la concentración. Si bien algunos estudios sobre el uso del ginseng en la reducción del azúcar en la sangre, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la lucha contra las enfermedades muestran algunos resultados positivos, sus beneficios en la mayoría de los usos médicos no son concluyentes.