Verduras, frutas, pan y productos lácteos son algunos de los ejemplos de alimentos blandos. Los alimentos blandos son aquellos que son bajos en fibra, suaves y tienen un mínimo de especias o condimentos. Se pueden usar para tratar problemas digestivos, como diarrea, náuseas, úlceras y acidez estomacal.
Las verduras son alimentos importantes para incluir en una dieta blanda. Son una buena fuente de vitaminas minerales y antioxidantes. Ejemplos de vegetales ideales para incluir en una dieta blanda son los guisantes, zanahorias, judías verdes y calabacines. Evite las verduras gaseosas, como el repollo, la cebolla, el brócoli y los pimientos. Además, considere comer vegetales cocidos, enlatados o congelados ya que una dieta blanda solo permite alimentos blandos.
Las frutas son una opción nutritiva para consumir en una dieta blanda. En una dieta blanda se permiten duraznos enlatados, bananas, cócteles de frutas y compota de manzana. Para obtener resultados exitosos, evite las frutas ácidas como los pomelos, las naranjas, los arándanos y las fresas. Al igual que las verduras, todas las frutas deben ser enlatadas o cocidas para que estén blandas.
Los productos lácteos son una buena fuente de vitamina D, calcio y otros minerales. Los productos lácteos, como el queso y la leche, se permiten en una dieta blanda ya que se digieren fácilmente. Para evitar las grasas saturadas, solo elija alternativas bajas o bajas en grasa. El pan blanco refinado contiene menos fibra y también se permite en una dieta blanda.