La diferencia entre el vinagre blanco y el marrón reside en sus respectivos ingredientes. El vinagre blanco está hecho de alcoholes fermentados, como la malta o el maíz. Los vinagres marrones, sin embargo, tienen muchas otras fuentes posibles.
Los vinagres marrones incluyen vinagre de sidra, vinagre de malta, vinagre de arroz y vinagre balsámico. Algunos, como el vinagre de sidra, son de color marrón claro o medio, mientras que el vinagre balsámico es tan oscuro que parece negro.
Los vinagres blancos y marrones tienen una variedad de usos. Debido a que su perfil de sabor es tan plano, el vinagre blanco se usa principalmente como agente limpiador y desengrasante. Según el Huffington Post, los vinagres marrones tienen perfiles de sabor más intensos y complejos, lo que los hace ideales para uso culinario. Por ejemplo, el vinagre de malta es el condimento tradicional esparcido sobre las bandejas del clásico británico llamado "fish and chips". El vinagre balsámico es un ingrediente popular en aderezos para ensaladas, glaseados de carne y muchas salsas. El vinagre de sidra de manzana es otro de los aderezos para ensaladas, y también es un ingrediente popular en los tónicos para la salud y en varios remedios caseros para la salud.
Otros vinagres tienen aplicaciones de nicho. Por ejemplo, el vinagre umeboshi de color púrpura oscuro proviene de las ciruelas japonesas umeboshi y tiene un culto entre los devotos de la macrobiótica. Otra especialidad del vinagre es el vinagre negro chino, un vinagre de tinta que se usa frecuentemente en salsas y sopas para dumplings.