Los juicios de McCarthy fueron una serie de investigaciones sobre el Ejército de los Estados Unidos conducidas por el senador Joseph McCarthy en 1950. Los juicios comenzaron cuando McCarthy acusó a más de 200 miembros del Departamento de Estado de ser comunistas conocidos. A partir de ahí, McCarthy saltó a la fama como un cazador comunista que acusaba e investigaba a personas que sospechaba que eran comunistas; esto llegó a ser conocido como su caza de brujas para los comunistas.
En 1947, después de una verificación de antecedentes de Argel Hiss, un funcionario del departamento de estado, reveló que era un espía, las sospechas de espionaje comunista se intensificaron. A partir de enero de 1950, Joseph McCarthy capitalizó este miedo colectivo y la paranoia de los comunistas y afirmó que solo él podía salvar a Estados Unidos de los espías rusos. Debido a la tensa atmósfera política y la Guerra Fría, sus reclamos fueron tomados en serio, y miles de personas comparecieron ante el tribunal y les preguntaron sobre sus afiliaciones con el Partido Comunista.
Los juicios fueron brutales. McCarthy constantemente interrumpió y gritó preguntas irrelevantes. Agredió verbalmente a acusados, testigos, abogados e incluso a otros senadores. Su caída comenzó cuando comenzó a investigar al Ejército de los Estados Unidos por "ser demasiado blando con el comunismo". Estas investigaciones, que fueron televisadas, permitieron a la nación darse cuenta de que la caza de brujas de McCarthy fue infructuosa. A medida que continuaba atacando a los héroes decorados y a los funcionarios populares, el apoyo público al macartismo comenzó a disminuir.
Otro resultado de los ensayos fue la lista negra. El miedo al comunismo se extendió desde los militares y el gobierno a otras áreas de la sociedad, incluido Hollywood. El Comité de la Casa de Actividades Antiamericanas comenzó a seguir los pasos de McCarthy, atacando a escritores, actores y productores. Los acusados fueron incluidos en la lista negra y esencialmente rechazados por la industria.