El Canal de Panamá impulsó el comercio porque abrió una ruta más corta entre los océanos Atlántico y Pacífico. Esto permitió que el transporte de mercancías fuera más rentable no solo para los Estados Unidos sino también para el mundo.
El Canal de Panamá se convirtió en el proyecto de ingeniería más grande y costoso de su tiempo. En 1880, los franceses, liderados por Ferdinand de Lesseps, vieron los beneficios económicos potenciales que un canal en Centroamérica podría traer. Comenzaron la excavación, pero las condiciones de trabajo, junto con las enfermedades tropicales, llevaron al proyecto francés a la bancarrota. En los años siguientes, cada vez más empresarios y políticos estadounidenses se dieron cuenta del potencial económico de un Canal de Panamá. En 1904, los Estados Unidos, bajo el presidente Theodore Roosevelt, compraron la excavación y el equipo de los franceses. Después de ayudar a Panamá a obtener la independencia de Colombia, Roosevelt comenzó una nueva construcción en el canal.
El proyecto se completó y el canal se abrió oficialmente para su uso el 15 de agosto de 1914. El canal redujo significativamente la cantidad de tiempo y costo que llevó viajar entre los océanos Atlántico y Pacífico. Esta apertura permitió que la costa oeste de los Estados Unidos y otras naciones del Pacífico se integraran en la economía mundial. Los productos básicos como la madera y el petróleo se llevaban comúnmente a través del canal desde la costa oeste. Esto causó una caída significativa en los precios de los bienes en los servicios en todo el mundo.