Los estudios sugieren que la piel oscura puede haber evolucionado para promover la supervivencia. Las personas con piel negra tienen menos probabilidades de contraer cáncer de piel, lo cual es común en áreas con mucha luz solar. La melanina en la piel puede proteger contra infecciones por hongos en climas húmedos y previene las quemaduras solares.
La piel negra es ventajosa en África porque previene las quemaduras solares, lo que puede dificultar la realización de necesidades básicas, como la caza y la recolección. La falta de pigmento en la piel puede causar problemas de visión, y la piel oscura protege a las glándulas sudoríparas de ser dañadas por el sol. Los rayos UV excesivos del sol pueden obstaculizar el desarrollo neuronal. La piel oscura ayuda a proteger el suministro de ácido fólico del cuerpo, lo que promueve el desarrollo neuronal.
Los científicos realizaron estudios sobre personas en África con albinismo. Los estudios mostraron que las personas albinas en África generalmente morían de cáncer de piel. Los estudios también mostraron que las personas albinas en África desarrollaron lesiones antes que los estadounidenses de piel blanca debido a la cantidad de trabajo al aire libre realizado en África. En el pasado, si las personas en África tenían la piel pálida, desarrollarían cáncer de piel a un ritmo acelerado y no podrían sobrevivir. El resultado es que las personas con piel oscura tenían más probabilidades de transmitir sus genes, lo que finalmente resultó en una población de piel oscura.