El hueso vivo contiene alrededor de 10 a 20 por ciento de agua y 60 a 70 por ciento de mineral óseo, como lo explica la Universidad de Cambridge. El material restante es principalmente colágeno con cantidades pequeñas de proteínas y sales inorgánicas.
La Universidad de Cambridge también explica que los huesos contienen tres células especiales llamadas osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los osteoblastos son responsables de producir osteoide, una sustancia rica en colágeno, que es clave en la formación de hueso. Los osteocitos son antiguos osteoblastos que se encuentran debajo de la superficie del hueso y mantienen su estructura. Los osteoclastos son responsables de la resorción ósea. Estas células viajan alrededor del hueso hacia áreas que necesitan reabsorción.
La Universidad de Cambridge indica que hay dos tipos de hueso en el cuerpo humano: hueso cortical o compacto, hueso esponjoso, que también se conoce como hueso esponjoso o trabecular. El hueso cortical representa el 80 por ciento de la masa ósea del cuerpo. Este tipo de hueso forma un eje cilíndrico alrededor de la médula en la parte central del hueso. El hueso esponjoso representa solo el 20 por ciento de la masa ósea del cuerpo, pero tiene una superficie mucho mayor debido a su mayor porosidad y estructura de panal, según la Universidad de Cambridge. El hueso esponjoso se encuentra en ambos lados de los huesos largos en los extremos articulados, como la cabeza femoral en la parte superior del hueso del muslo.