Se usa una ecografía del hígado para examinar el hígado si un paciente experimenta dolor, inflamación u otras anomalías, señala Two View. Se puede usar para detectar quistes, obstrucciones o infecciones en el hígado como así como para detectar el cáncer.
Los ultrasonidos hepáticos se administran regularmente a pacientes que padecen hepatitis B o C para monitorear la progresión de la enfermedad, determinando particularmente la extensión de las cicatrices en el hígado, señala Live Science. También se puede usar una ecografía del hígado durante la cirugía para ayudar a guiar a los cirujanos durante un procedimiento como una biopsia. También se utilizan con frecuencia después de la cirugía para garantizar que el cuerpo del paciente responde bien al tratamiento.