Las causas del imperialismo eran el deseo de obtener ganancias económicas y la creencia de que los valores de un país eran superiores y el deseo de difundir la religión, mientras que los efectos del imperialismo eran aumentos de la infraestructura en los países que se exploraban y una pérdida de identidad sus ciudadanos. El imperialismo benefició a los países colonizadores, no a los países colonizados.
Los países que colonizaron otras naciones, como Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Alemania, buscaron aumentar su influencia en el mundo. Pudieron tener presencia militar adicional y acceder a nuevos recursos naturales y mercados.
Los países que fueron colonizados experimentaron un aumento en carreteras, edificios y electricidad, pero la nueva infraestructura fue para el beneficio del país madre, no para los ciudadanos del país colonizado. Las vidas de los ciudadanos se desorganizaron y sus creencias fueron ignoradas.