Los helechos se reproducen a través de sus esporas, que se producen en lugares muy pequeños llamados soros. Cada sorus consta de numerosos gránulos pequeños y esféricos que contienen esporangios. Una vez que los esporangios maduran, revientan y liberan esporas en el viento, y así es como emergen los nuevos helechos.
Con las condiciones ambientales adecuadas, las esporas se transportarán a nuevas áreas donde germinarán y formarán helechos protales. Un helecho tiene una rama frondosa llamada fronda, que consiste en hojuelas más pequeñas conocidas como pinnas. Hay pequeñas manchas debajo de una fronda donde las esporas crecen dentro de las cubiertas llamadas esporangios. Estos esporangios forman un soro, que a veces existe en las venas de una hoja de helecho. También a veces se encuentran debajo de las pinnas. No todas las frondas contienen esporas. Las frondas con esporas son conocidas como frondas fértiles. A través de un proceso tortuoso, una espora puede convertirse en un helecho adulto. Necesita las condiciones adecuadas para crecer y convertirse en una plántula llamada gametophyte o prothallus.
Las esporas se comportan como una semilla, aunque una planta adulta completa es lo que crece a partir de la semilla. El protalo crece de una espora. No es el helecho lleno, ya que es la fase intermedia de una espora a un helecho adulto. Los nuevos helechos solo crecen en un ambiente húmedo. Fertilizan y se transforman en una planta adulta completa cuando hay suficiente humedad. Luego se convierten en un esporofito que continúa creciendo en un helecho adulto completo que es capaz de producir sus propias esporas, repitiendo así el ciclo de vida.