La polinización puede ocurrir como polinización cruzada entre plantas, o cuando las abejas, los insectos y las aves transportan y replantan las semillas y las esporas polinizadas. La polinización se realiza naturalmente de varias maneras, sin intervención humana. Algunas plantas tienen la capacidad de repoblarse entre sí mediante la técnica de polinización cruzada, aunque la mayoría de los organismos dependen de las corrientes de viento o polinizadores, como las abejas, aves y otros insectos para completar el proceso.
Independientemente de cómo se complete, todos los métodos de polinización comienzan de la misma manera. La contaminación se produce exclusivamente en plantas con flores, que pueden tener órganos reproductores masculinos o femeninos, o una combinación de ambos. Estas plantas tienen partes que son vitales para la polinización, incluyendo estambres y pistilos. En la parte superior de cada pistilo hay una sustancia líquida pegajosa llamada estigma. El estigma permite que las semillas se adhieran al interior del pistilo, que se llama óvulo. Según Britannica, la polinización puede tener lugar una vez que las semillas se asientan en el óvulo.
Durante la autopolinización, el estambre de una planta se transfiere internamente a su estigma. Sin embargo, durante la polinización cruzada, el polen de un estambre se transfiere al estigma de otra planta de la misma especie. Además de los intercambios entre especies, la polinización se produce cuando animales como mariposas, polillas, colibríes y abejas transportan polen de una planta a otra.