El peine es una herramienta humana tan básica que los historiadores no tienen forma de saber quién fue el inventor del primer peine. Los peines que han encontrado los arqueólogos se han ubicado en asentamientos desde hace 5.000 años en Persia.
Históricamente, los peines se usaban con más frecuencia para mantener secciones de cabello en su lugar, ya sea para uso a largo plazo o para otro tipo de mantenimiento y cuidado, en lugar de ser utilizados para alisar o desenredar. Inicialmente, los peines estaban hechos de piedra, madera o marfil con colmillos de elefante, pero ahora están hechos casi exclusivamente de metal o plástico para soportar una caída sobre una superficie dura.