Aunque se desconoce el inventor del primer tambor, los tambores se tocaron por primera vez alrededor de 6.000 aC. En Mesopotamia por los antiguos babilonios y sumerios. Los tambores pueden haber sido utilizados con anterioridad por los humanos pre-civilizados, pero no hay evidencia directa.
El primer baterista citado por su nombre en la historia humana es Lipushiau, una mujer de Ur en Mesopotamia, que era la cabeza de Ekishnugal, el templo más importante de Ur. Se la ve en relieves con un tambor de marco redondo, el balag-di.
El primer latido rítmico de objetos probablemente se originó con monos y otros primates, que se han observado haciendo ruidos y gestos rítmicos con sus voces y con objetos para comunicarse. Este hallazgo ha llevado a los científicos a especular que puede haber un origen gestual común para el habla y la música entre todos los primates, incluidos los humanos.
