La piel humana tiene la capacidad de regenerarse aproximadamente cada 27 días. Es el órgano más grande del cuerpo y consta de dos capas principales, la dermis y la epidermis. La regeneración se produce en la capa epidérmica.
La regeneración de la piel se ve ralentizada por factores como el envejecimiento, los contaminantes ambientales y el daño de la dermis y la epidermis. El calor directo de la luz solar seca la piel, haciendo que pierda elasticidad y ralentice el proceso de regeneración. Para promover una buena regeneración de la piel, es recomendable cuidar la piel a cualquier edad manteniéndose hidratado y evitando la exposición al sol, la contaminación ambiental y otros peligros cuando sea posible.