La energía atómica, también conocida como energía nuclear, se utiliza para generar electricidad y también tiene aplicaciones en los campos de la agricultura, la medicina, la investigación y la industria. La energía atómica contiene radioisótopos altamente activos. que son varias formas de átomos formados por los mismos elementos químicos. Estos isótopos comparten muchas propiedades químicas, pero tienen diferentes volúmenes de masas atómicas relativas, lo que los hace adecuados para diferentes prácticas químicas, eléctricas, de ingeniería e industriales.
La industria de la alimentación y la agricultura es un sector donde la energía atómica ve un alto volumen de uso. Aquí, se utiliza para mejorar y acelerar la producción de alimentos, y ayuda a que la agricultura sea sostenible durante un largo período de tiempo. La energía atómica se utiliza para generar fertilizantes y para aumentar la variabilidad genética de plantas y cultivos como el sorgo, los plátanos, los frijoles, el trigo y los pimientos. Cuando se agregan a los fertilizantes, los isótopos atómicos cumplen funciones diferentes pero igualmente valiosas. El tipo de isótopo agregado a un fertilizante determina cuánto es absorbido por ciertas plantas y cuánto se pierde o se excreta en el suelo, lo que permite el establecimiento de un mejor manejo de los fertilizantes. La energía atómica también facilita el control de insectos, y también se utiliza en el campo de la medicina, donde se agrega a los equipos y compuestos de diagnóstico. La energía atómica también ve un uso generalizado en el campo ambiental, donde se agrega a los marcadores para detectar y analizar contaminantes.