Un estudio de 2011 sobre las diferencias en el equilibrio de electrolitos y líquidos en Avances en la enfermedad renal crónica entre adultos jóvenes y ancianos encontró que la diferencia más notable es la disminución de la capacidad de los ancianos para regular la función renal. El estudio sugiere que las personas experimentan dificultades para excretar una orina concentrada o diluida, incluidas las cantidades reguladas de desechos de amonio, sodio o potasio.
El artículo afirma que es normal que la función renal comience a disminuir alrededor de los 40 años, incluidas mayores cantidades de glomeruloesclerosis cortical y disminuciones tanto en el flujo de plasma renal como en la tasa de filtración glomerular. La glomerulosis cortical da como resultado el endurecimiento de los glomérulos, que son estructuras renales responsables de filtrar los productos de desecho de la sangre para la producción de orina. La disminución del flujo sanguíneo hacia los glomérulos produce una filtración más lenta de la sangre y una disminución en la producción de orina. Esta disminución en la función reguladora de los glomérulos puede provocar hiponatremia, que es un nivel peligrosamente bajo de sodio en la sangre, o hipernatremia, que es un nivel peligrosamente alto de sodio en la sangre. El estudio encontró una alta correlación de mortalidad en los ancianos con casos de hiponatremia o hipernatremia. En condiciones normales, estos desequilibrios de sodio en la sangre no son suficientes para causar la muerte por sí solos, pero pueden causar la muerte cuando se combinan con una enfermedad o ciertos medicamentos.