Los CFC, también conocidos como clorofluorocarbonos, son compuestos que se usan más comúnmente como refrigerantes, propelentes y solventes. Más conocidos como "Freón", los CFC se han descontinuado como la principal fuente de refrigerante en el aire acondicionadores y refrigeradores debido a su capacidad para agotar la capa de ozono en la atmósfera.
También se ha encontrado que los CFC son perjudiciales para la salud de una persona. Estos compuestos ingresan al cuerpo por inhalación o por beber agua contaminada. Como resultado, los CFC pueden afectar la función normal del corazón, los riñones y otros órganos principales. Los síntomas de la exposición incluyen hormigueo en las extremidades, náuseas, irritación de la piel e incluso dificultad para hablar.