Algunas adaptaciones de la planta de té Labrador incluyen sus hojas borrosas, sus raíces y sus propiedades químicas. La planta contiene ledol, un químico que envenena a los depredadores, paralizándolos de manera efectiva. Esta adaptación ayuda a la planta a almacenar nutrientes en su follaje.
Una adaptación prominente de la planta de té Labrador son sus hojas rizadas y borrosas que le permiten exprimir la humedad del aire en ambientes fríos y alpinos. Las hojas difusas también ayudan a prevenir la pérdida de agua. Por ejemplo, la parte inferior de las hojas tiene pelos finos, y cuando los poros de las hojas se abren para extraer el dióxido de carbono del aire, los pelos evitan que la planta pierda agua. Las hojas se adaptan al clima frío mediante la ondulación, lo que minimiza la exposición al viento.
Otra adaptación de la planta de té Labrador tiene que ver con su capacidad de brotar de sus raíces. Como los incendios son comunes en su hábitat natural, esta adaptación ayuda a que la planta crezca a pesar de los incendios frecuentes. De hecho, la planta tiende a crecer más rápidamente inmediatamente después de que se haya producido un incendio ...
La planta de té Labrador crece en la tundra de las latitudes norte y sur. En las latitudes del sur, la planta crece hasta 5 pies de altura. En las latitudes del norte, crece horizontalmente, convirtiéndose en una forma de cobertura natural del suelo.