La función de las hojas es ayudar a la planta a producir alimentos al convertir la energía de la luz solar en energía química que la planta puede comer. Las estructuras dentro de la hoja convierten la energía y hacen posible que la planta para obtener comida.
La clorofila es la molécula en la estructura de las hojas que toma la energía de la luz solar para convertir el agua y el gas de dióxido de carbono en azúcar y oxígeno. Este proceso de conversión se conoce como fotosíntesis.
Las hojas están hechas de varias capas que se encuentran entre dos capas de células cutáneas súper resistentes llamadas epidermis. También se sabe que la epidermis secreta la cutícula, que es una sustancia cerosa. Todas estas capas protegen la hoja de plagas como insectos y bacterias. También hay células estomáticas que son poros donde los gases pueden entrar y salir a través de la hoja.
La mayor parte de la producción de alimentos en la hoja en realidad tiene lugar en las células alargadas que se conocen como mesófila en empalizada dentro de la hoja. La hoja también tiene venas que pueden ayudar a sostener la hoja transportando alimentos, agua y minerales a la hoja ya la planta.
Las hojas también son importantes para los humanos, ya que son una de las mejores maneras de identificar varias plantas. Las hojas vienen en muchas formas y tamaños, como planas, anchas, puntiagudas, delgadas, rectangulares y ovaladas.