La teoría de la tracción de transpiración es el mecanismo propuesto por el cual los árboles extraen agua a través de sus raíces. La transpiración ocurre cuando las hojas de un árbol permiten que el agua salga al aire por medio de pequeños orificios llamados estomas. Cuando el agua sale de las hojas, la combinación de acción capilar, cohesión y adhesión atrae más agua a través de las raíces de la planta para reemplazar el agua liberada.
La acción capilar es la tendencia de los líquidos, como el agua, a trepar por los lados de los tubos estrechos. La madera de árbol, llamada xilema, contiene numerosas estructuras similares a capilares para extraer el agua. La cohesión y la adhesión se refieren a la tendencia del agua a unirse entre sí y con otras sustancias, respectivamente.
Pequeñas estructuras llamadas células protectoras rodean cada estoma individual; estas celdas abren y cierran los agujeros según sea necesario para regular la cantidad de agua que sale de las hojas. La tasa de transpiración varía con las estaciones y la hora del día. Durante el invierno, los árboles de hoja caduca desprenden sus hojas para evitar que se sequen.
Este mecanismo de extracción de agua del suelo es completamente pasivo. Los árboles no gastan energía hidratándose. Sin embargo, este método impone un límite superior a la altura de los árboles, ya que la tensión en la columna de agua se puede romper y provocar burbujas de aire. Estas burbujas comprometen los capilares y dañan el árbol.