Después de convertirse en emperador en 1804, Napoleón decidió transformar París en una capital que podría rivalizar con la antigua Roma. Para este propósito, comenzó un ambicioso programa de construcción que cambió a París y puso la base de la ciudad moderna que es hoy.
Napoleón construyó una gran cantidad de monumentos dedicados a la gloria militar de Francia en París y otras ciudades importantes del país. La columna en Place Vendome fue construida en su época y emulaba la Columna de Trajano en Roma. Además, Napoleón mejoró la infraestructura de las ciudades francesas construyendo canales para llevar agua dulce y mejoró las carreteras para facilitar el transporte.