La curita fue inventada por Earle Dickson, que era un empleado de Johnson & Johnson y su esposa Josephine. Su esposa se estaba cortando o quemando constantemente y necesitaba encontrar alivio.
Earle Dickson y su esposa cortarían trozos de cinta adhesiva y les pondrían un poco de algodón para hacer los vendajes. Tomó tanto tiempo hacer esto que Earle cambió la forma en que lo hicieron. Earle decidió colocar trozos de gasa de algodón a lo largo de una larga tira de cinta. Luego lo cubrió todo con crinolina. Cada vez que Josephine se cortaba o se quemaba, solo tenía que cortar una venda y ponerla en su herida.