El primer paso para limpiar muebles de madera para exteriores es secarlos al sol. Encuentre el lugar adecuado para limpiar los muebles donde los químicos no puedan afectar a los niños, las mascotas o la vegetación. La limpieza se puede hacer con blanqueador de oxígeno o detergente para lavavajillas. Una vez que la madera esté seca, frote el molde o la suciedad con un exfoliante seco. Asegúrate de que incluso la parte inferior esté fregada.
Después de fregar los muebles, enjuáguelos con una manguera de jardín de arandela a presión con la boquilla adjunta. Rocíe los muebles de arriba a abajo y la parte inferior con una mezcla de jabón, agua y lejía. Si se trata de un mueble pintado, use una esponja o frote ligeramente para que la pintura no se astille. Los muebles sin pintar se deben frotar en exceso usando la mezcla. Enjuague los muebles con una lavadora a presión o una manguera de jardín. Se puede hacer más fregado si todavía hay rastros de moho o hongos en los muebles. Si los muebles están limpios, deje que la luz solar directa se seque antes de volver a colocarlos en su lugar. Después de que los muebles se sequen, engrase las superficies con un conservante o sellador que se adapte a la madera. Mantener los muebles de madera al aire libre nunca es una tarea fácil. Limpiar los muebles un par de veces al mes es la manera perfecta de asegurarse de que esté en buenas condiciones.