Los primeros registros del uso de ascensores se remontan al siglo III antes de Cristo, y el inventor original es desconocido. Los primeros ascensores eran primitivos y utilizaban energía humana, animal o de ruedas hidráulicas. >
En el siglo XIX, los ascensores propulsados por vapor se convirtieron en algo común. En 1823, una "sala ascendente" impulsada por vapor fue construida en Londres por dos arquitectos, Hormer y Burton. Esto fue seguido en 1835 por dos arquitectos llamados Frost y Stutt que construyeron un ascensor primitivo que fue impulsado por una combinación de vapor, contrapesos y un sistema de cinturón. En 1853, Elisha Otis inventó y patentó un freno de ascensor, que hizo que los ascensores fueran más seguros y allanó el camino para el desarrollo del rascacielos.