El Monte Vesubio entró en erupción en agosto de 79 A.D. y destruyó la ciudad de Pompeya. Toda la ciudad fue enterrada en piedras y ceniza hasta su redescubrimiento en la década de 1740. Las estimaciones sitúan la cifra de muertos en más de 15,000 personas.
Esa erupción del Monte Vesubio es considerada una de las erupciones más catastróficas en la historia humana debido a su velocidad, potencia y longitud. El volcán expulsó aproximadamente 1.5 millones de toneladas de material volcánico por segundo durante un período de 24 horas. Arrojó gas mortal y cenizas de hasta 20 millas de altura, destruyendo tanto a Pompeya como a Herculano. Plinio el Joven proporcionó una descripción detallada del intento de su tío Plinio el Viejo de rescatar a las víctimas de la erupción, durante la cual murió su tío. Describió la erupción como un árbol que se dividió en ramas, y describió haber visto hojas de fuego en la montaña.