Khufu o Khnum-Khufu, el faraón egipcio de la cuarta dinastía acreditada como la fuerza detrás de la famosa Gran Pirámide de Giza, era un gobernante cruel y despótico, según algunos registros históricos. El historiador griego Heródoto fue especialmente vitriólico en sus relatos de Khufu, describiendo su gobierno como caracterizado por la opresión, la miseria y la esclavitud.
Existen cuentas contradictorias sobre el carácter de Khufu, pero las descripciones de Herodoto son particularmente poco halagüeñas. Según él, Khufu o "Cheops" esclavizaron a su gente para construir la pirámide en Giza y también prostituyeron a su propia hija para recaudar más dinero para sus proyectos de construcción. Heródoto sugiere que la gente de Khufu lo despreciaba tanto que no podían ni siquiera pronunciar su nombre. Algunos otros documentos históricos sugieren que, a diferencia de su padre, el rey Snefru, Khufu no tenía reputación de benevolencia; algunos incluso alegan que era cruel, despiadado y malvado, y que estaba dispuesto a hacer todo lo posible para aumentar su propio poder.
Otras evidencias contrarias han surgido en los últimos años para sugerir que Khufu, aunque no tan recordado como su padre, fue un gobernante sabio y un líder al mando, capaz de movilizar a un gran grupo de trabajadores reclutados para construir la pirámide . Esto contradice la afirmación original de Heródoto de que los esclavos construyeron la pirámide. Algunos registros también afirman que Khufu fue adorado como un dios después de su muerte, y su culto funerario se hizo muy popular durante el período romano.