El microscopio de Robert Hooke, o más precisamente sus refinamientos al microscopio, lo llevó a su descubrimiento de la célula, la piedra angular de toda la vida. Sus hallazgos se publicaron en "Micrographia" en 1665. < /p>
Hooke inventó formas de controlar la altura y el ángulo de los microscopios, así como los mecanismos de iluminación. Las variaciones en la luz permitieron a Hooke ver nuevos detalles, utilizando múltiples fuentes de iluminación. Los esfuerzos técnicos de Hooke crearon aumentos de 50x, lo que permitió conocer un mundo que aún no se conocía en el siglo XVII. Adepto al dibujo técnico, Hooke también tuvo el don de ilustrar sus descubrimientos.
El descubrimiento de Hooke fue de células vegetales, las paredes celulares del tejido del corcho, para ser exactos. Encontró material similar en madera y en una variedad de plantas. No solo hizo este descubrimiento sino que también fue responsable de describir estas entidades como "células". En 1678, a pedido de la Royal Society of London, un compañero de Hooke revisó el trabajo de su colega Leeuwenhoek, una investigación que confirmó la existencia de lo que se conoce como bacterias y protozoos. Hooke también fue el primero en examinar los fósiles con un microscopio. Su comparación de restos fósiles con organismos vivos estableció por primera vez la conexión científica entre los dos, que precedió a Darwin por dos siglos y medio en la idea de que las especies habían vivido y dejado de existir a través de la historia de la Tierra.