Los toneleros coloniales utilizaron una gran cantidad de herramientas de carpintería para cortar y dar forma a la madera. Éstas incluían una variedad de sierras, cuchillos, pinzas y tenazas, herramientas de hoja como la azuela, el anzuelo y la cabeza, así como los augures y los mazos. Para apoyar o dar forma a la madera, utilizaron bloques, una ensambladora, un caballo de afeitar, molinete, eslingas y aparejos.
Los toneleros hacen vasos de madera atados con aros, como barriles, cubos, barriles y tinas. Coopers a menudo usan sierras de mano, de media luna y de látigo en su trabajo, y tallan y afeitan la madera a través del uso de una herramienta de cepillado, así como con cuchillos como el cuchillo de dibujo y el cuchillo de corte.
Toneleros coloniales especializados en diversos tipos de contenedores. Los toneleros secos o flojos fabricaban recipientes para contener productos secos como tabaco, frutas, verduras, cereales y clavos. Tight Coopers fabricó recipientes diseñados para evitar la humedad de productos más sensibles como la harina y la pólvora. Los toneleros blancos fabricaron recipientes rectos destinados a ser utilizados en hogares pero no enviados, como batidos de mantequilla, lavabos y cubos. Toneleros húmedos elaboraron barricas para el transporte y almacenamiento de líquidos como cerveza, vino, ron, sidra y melaza.
En la época colonial, el oficio de cooperar se aprendió durante un aprendizaje de siete años. Durante este tiempo, el aprendiz normalmente dormía en el taller, llamado cooperage, y aprendía con el ejemplo del maestro artesano. En algunas partes de la América colonial, había más tonterías que practicantes de cualquier otra profesión. Una de las primeras exportaciones de las colonias fueron los barriles hechos por toneleros. Los barriles y los barriles tenían una demanda tan alta que muchas plantaciones tenían esclavos que habían aprendido a ser tonterías. Los agricultores ganarían dinero extra limpiando sus tierras y suministrando a los toneleros madera apta para palos de barril.