Los pioneros en el oeste americano utilizaron herramientas como hachas, mazos, cuchillos, taladros y tornos para derribar árboles y convertirlos en edificios. Las herramientas eléctricas no existían en ese momento y los pioneros necesitaban Sea económico con lo que trajeron consigo en sus viajes, por lo que muchas de las herramientas que utilizaron fueron pequeñas, ligeras o capaces de realizar múltiples tareas.
Además de viajar largas distancias, los pioneros generalmente vivían en áreas remotas, por lo que no era una opción acudir a la tienda para comprar artículos como clavos. Los pioneros a menudo improvisaban, pero muchos de ellos tenían herramientas robustas que traían de entornos más desarrollados. Los mazos o los martillos se podrían usar para una variedad de aplicaciones, como muebles y edificios de edificios. Del mismo modo, los ejes también fueron importantes para la construcción de viviendas, graneros y muebles. No solo se podían usar para cortar árboles y ramas para usarlos como material de construcción y leña, sino que también las hachas eran importantes para dividir esos árboles para su uso. Una vez que se cortó un tronco con un hacha, los pioneros usarían herramientas como un torno para alisar y dar forma a la madera. La madera alisada en torno se podría utilizar para pisos y paredes dentro de una cabina pionera.