Varios inventores crearon máquinas de escribir similares a una máquina de escribir. La primera persona en desarrollar, patentar y producir en masa una máquina de escribir fue Rasmus Malling-Hansen de Dinamarca. Malling-Hansen patentó su bola de escritura en 1870, pero continuó actualizando y mejorando su máquina de escribir durante casi una década.
Rasmus Malling-Hansen recibió elogios de la crítica por su versión de la máquina de escribir. Su bola de escritura usaba llaves con un solo carácter en cada tecla. Estos se dispusieron en una forma esférica sobre un pedazo de papel sostenido en un cilindro. La máquina ganó premios en las Exposiciones Mundiales de Viena, las Exposiciones de Arte, Agricultura e Industrias Escandinavas en Copenhague y el Centenario de Filadelfia.
El filósofo Friedrich Nietzsche poseía un famoso balón de escritura de Malling-Hansen. Algunas de las obras mecanografiadas originales de Nietzsche han sido conservadas y exhibidas por la Sociedad Malling-Hansen.