La saponificación del éster es el proceso de producción de glicerol y jabón. La saponificación implica una reacción de una base, normalmente hidróxido de sodio, con un grupo éster en un compuesto. Los triglicéridos, que son un éster de un ácido graso, se hidrolizan para formar la sal de sodio de un caboxilato. Además del jabón, tales procesos de saponificación también pueden producir glicerol.
Las sustancias que se pueden convertir en jabón se conocen como sustancias saponificables. Los aceites vegetales y las grasas animales son los más comunes para ser saponificados. Los triglicéridos son mezclas que provienen de diversos ácidos grasos y se pueden convertir en jabón en un proceso de uno o dos pasos. En el proceso de un solo paso, el triglicérido se trata con una base fuerte como la lejía, que acelera la separación del enlace éster y libera la sal de ácido graso y el glicerol. Este proceso de un solo paso es el método principal utilizado para producir glicerol. Al hacer jabón, los triglicéridos se purifican. Los triglicéridos también se pueden saponificar en un proceso de dos pasos que comienza con la hidrólisis por vapor de los triglicéridos. Este proceso produce el ácido carboxílico y el glicerol, después de lo cual el ácido graso se neutraliza con álcali para producir jabón. La ventaja del proceso de dos pasos es que los ácidos grasos se pueden purificar, lo que produce un jabón de mayor calidad.