La degradación enzimática es un método para evitar que un neurotransmisor funcione. Una enzima específica cambia la estructura del neurotransmisor para que el receptor no la reconozca, según la Universidad de Washington. Este proceso también se llama desactivación.
Los neurotransmisores ayudan a la transferencia de información en el cerebro y el sistema nervioso, informa la Universidad de Washington. Un neurotransmisor solo se une a receptores específicos que lo reconocen. La degradación enzimática ocurre cuando una enzima como la acetilcolinesterasa cambia la estructura de su neurotransmisor relacionado, que en este caso es el químico acetilcolina. Al descomponer la acetilcolina en acetato y colina, la enzima impide que el receptor reconozca el neurotransmisor, por lo que no se unen.