La coordinación física es el buen funcionamiento de varias partes del cuerpo al ejecutar un movimiento en particular. Por ejemplo, hacer un salto para saltar requiere mover los brazos y las piernas al mismo tiempo que una acción coordinada.
La coordinación física es una habilidad motora que requiere la integración de la percepción espacial y el movimiento físico para lograr el resultado deseado. Una actividad simple, como cortar papel con tijeras, requiere una serie de acciones coordinadas y oportunas que involucren procesos neuronales y musculares complejos. La coordinación física puede mejorarse mediante la participación habitual en acciones que requieren la sincronización entre múltiples grupos musculares o partes del cuerpo.
La coordinación física se desarrolla naturalmente en los bebés a medida que exploran su entorno y manejan diversos objetos. Los niños aprenden a hacer movimientos de tiempo para crear un resultado, por ejemplo, utilizando la coordinación ojo-mano al comer o jugar con juguetes. La coordinación continúa desarrollándose durante las actividades recreativas, tocando instrumentos musicales o cuando practica deportes, como lanzar un balón de fútbol mientras se ejecuta en un campo. La coordinación física que requiere una sincronización precisa entre las manos, los dedos y los ojos se conoce como destreza.
El cerebelo es la parte del cerebro que controla principalmente el movimiento y la coordinación. La coordinación física se ve afectada cuando hay daños en el cerebelo u otras partes del cerebro que afectan su funcionamiento.