Los alimentos que son ricos en grasas saturadas o trans, colesterol y sodio, incluida la carne de res, tocino, productos horneados, productos lácteos con alto contenido de grasa y mariscos, no forman parte de un plan de alimentación saludable para diabéticos, según Mayo Clínica. La grasa saturada debe limitarse a menos del 7 por ciento de las calorías diarias de una persona. Las personas deben eliminar por completo las grasas trans, incluidas las fuentes como la manteca, la margarina y los bocadillos procesados.
Los carbohidratos que se encuentran en granos, productos lácteos, dulces, vegetales con almidón y frutas tienen un impacto directo en el azúcar en la sangre, por lo que es importante para los diabéticos controlar las cantidades que consumen, de acuerdo con Everyday Health. Los tipos de carbohidratos que las personas con diabetes eligen son importantes y determinan qué tan rápido el sistema digestivo procesa los carbohidratos, los convierte en azúcar y los libera en el torrente sanguíneo. Las malas elecciones son aquellas que se procesan a un ritmo más rápido, incluidos los granos refinados como harina blanca, pasteles, arroz blanco, pasta y pan blanco.
Los productos lácteos de leche entera como el yogur, la leche y la crema agria deben ser reemplazados por alternativas bajas en grasa o sin grasa, afirma Everyday Health. Las verduras con almidón, incluidos el maíz, los guisantes y las papas, proporcionan nutrientes esenciales pero tienen un alto contenido de carbohidratos, por lo que es mejor consumirlos con moderación. Los diabéticos deben evitar los alimentos y las bebidas con alto contenido de azúcar agregada, incluidas las frutas enlatadas envasadas en almíbar, los jugos de frutas y la leche con chocolate.